Por Bernardo Congote Ochoa.

No es un invento. Así se tituló un documental de 2017[i]. Y también se infiere leyendo a prestantes columnistas[ii]. La fractura entre republicanos y demócratas amenaza ser cada vez más profunda. Y las creencias religiosas, lideradas por el cristianismo, amenazarían tomarse la forma en que se viene haciendo la política en el norte[iii].

En Estados Unidos, desde 1970 los creyentes cristianos han disminuido desde el 90% hacia el 78%; pero los católicos han crecido al doble de velocidad que los protestantes; probablemente 1 de cada 2 cristianos es, hoy, católico; y además, los cristianos evangélicos luteranos y los católicos predominarían en el partido republicano.

Dado el peso del evangelismo luterano sobre el partido republicano desde 1990, se podría suponer que esa creencia constituya un dispositivo de la radicalización conservadurista violenta de este partido, encarnada en el grupo llamado Tea Party[iv].

Desde los Padres Fundadores los católicos se habrían ganado la fama de  figurar como “enemigos de la libertad”[v]. Actualmente 5 de los 9 miembros de la Corte Suprema son católicos, 1 protestante y 3 judíos Y se aprecia recientemente una consolidación entre facciones conservaduristas evangélicas y católicas, en torno al gobierno conservadurista de Trump.

En reciente publicación se afirma: “Es importante comprender la historia de ciertos tipos de creencias para entender una era extraordinaria en la que un presidente pecaminoso está rodeado de creyentes convencidos de que Dios lo puso en la Casa Blanca para salvar a Israel y redimir a un Estados Unidos secular.”[vi]

Lo anterior evidenciaría, contra el liberalismo de los padres fundadores, que: “El intento actual de evangélicos y conservadores católicos de infundir en la política sus creencias religiosas es obviamente contrario a las ideas de la Revolución Francesa.”[vii]

Entonces se podría proponer la hipótesis de que la profunda división partidista gringa, tuviera mucho que ver con la influencia del conservadurismo religioso por dentro de los partidos.

Y, por tanto, que la tendencia hacia unos estados divididos de america tienda a hacerse más gravosa con el tiempo porque las creencias se oponen a toda posibilidad racionalidad de diálogo político[viii].

También es cierto que las frustraciones que dejó Obama habrían abierto una grieta en la confianza de los norteamericanos en la política. Elegido en medio de la peor crisis del país en 90 años, fracasó en sus intentos de sanarla y, peor, agravó las cosas enredando ese fracaso con el doloroso triunfo de su Obamacare[ix].

Obnubilado por su triunfo electoral de 2008, Obama quiso imponerle al Partido Republicano el peso de sus mayorías y ese precio lo vino a pagar con la derrota infligida por Trump contra Hillary Clinton.

El Covid 19 aparece ahora como el real enemigo reelectoral de Trump. No el Partido Demócrata. A pesar de que Pelosi haya develado hace poco las verdaderas torpezas del ocupante de la Casa Blanca (The True is…), los creyentes que rodean a Trump tampoco escuchan razones.

Sin embargo, podría ocurrir que el America First Infected pudiera imponerse sobre un invisible America First. Lo que consolidaría la hipótesis de que Trump y el Tea Party estén armando un gran fraude electoral para noviembre[x].

La presunta ilegalidad del voto por correo buscaría impedir que un gran volumen de la población, golpeada por los efectos del virus y opositora a Trump, se quede en casa sin votar. Trump resultaría reelegido por la abstención, no por sus virtudes.

Lo anterior haría factible que, temprano que tarde, Estados Unidos se divida también geopolíticamente, entre los Estados Unidos Demócratas y los Estados Unidos Republicanos.

Las grandes dificultades que enfrenta la nación para mantener en cintura un régimen federal fallido con un también fallido manejo desde Washington, provocarían la erupción de este volcán.

¡Es la religión, estúpido! (no la política).

Congótica. Quienes quieran manejar a Estados Unidos con la Biblia, tendrían pleno derecho a hacerlo en los Estados Unidos Republicanos.

 

El autor es Co Director del Grupo SERVIPÚBLICOS (Minciencias B),  Profesor universitario e Investigador Junior (Minciencias), miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina – www.federalismoylibertad.org) y escritor del blog argentino: www.federalismoylibertad.org/agenda/artículos


 

[i] Kirk, Michael (2017). “Divided States of America”. Boston: WGBH Educational Foundation. WGBH/Boston, Mass, USA. Disponible en ONDIRECTV (Canal 700).

[ii] https://www.nytimes.com/2020/02/03/opinion/republican-party-trump.html

marzo 2 2020

https://www.nytimes.com/2020/03/30/opinion/republicans-science-coronavirus.html

marzo 30 2020

https://www.nytimes.com/2020/03/02/opinion/coronavirus-trump.html

marzo 2 2020

[iii] https://datosmacro.expansion.com/demografia/religiones/usa y también https://es.wikipedia.org/wiki/Religion_en_los_Estados_Unidos y finalmente elca.org. Cálculos del blog.

[iv] Congote, B. (2011). La Iglesia (agazapada) en la violencia política. Charleston, Disponible (www.amazon.com).

[v] https://www.eltiempo.com/mundo/eeuu-y-canada/estados-unidos-y-su-politica-sagrada-478198 consulta de abril 19 2020.

[vi] Ibidem. (itálicas del blog).

[vii] Ibidem.

[viii] Congote, B. Cit.

[ix] Kirk, Cit. En ninguno de esos grandes debates alguno de los partidos se presentó ante el otro dispuesto a “dar su brazo a torcer”, actitud prototípica del creyente religioso.

[x] https://www.nytimes.com/2020/04/09/opinion/wisconsin-primary-democracy.html consulta abr 19 2020