Adrián Ravier, economista y docente de la Universidad Nacional de La Pampa, aseguró que el acuerdo con los holdouts le permite varias estrategias al gobierno nacional. Aunque advirtió que si le van a pagar a los “fondos buitres” para volver a endeudarse, como en los ’90, es un error. Valoró que el kirchnerismo no haya generado deuda externa.

El especialista explicó que si el gobierno nacional le paga a los holdouts estaría terminado con un default que se inició luego de la crisis de 2001. Recordó que durante el kirchnerismo se produjeron dos pagos grandes, uno en 2005 y el restante en 2010.

“En el primero hubo un acuerdo por el que se les pagó a los acreedores internacionales el treinta por ciento del capital que se les debía. Todo eso con la condición de la cláusula Rufo, que les planteaba a los acreedores cobrar ese tercio porque el gobierno no iba a hacer ninguna oferta mejor en los próximos años”, dijo Ravier, profesor titular de la facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas. “La mitad de los acreedores internacionales aceptó el acuerdo y en 2005, con los nuevos bonos, empezaron a cobrar”.

En 2010, durante el gobierno de Cristina Kirchner, se planteó una propuesta similar a la de 2005 que también estuvo asociada a la cláusula Rufo con vencimiento en 2014. En esa oportunidad adhirieron casi todos los acreedores, salvo un siete por ciento, entre los que se encontraban los denominados “fondos buitres” que alcanzaban el uno por ciento.

“Los fondos buitres son acreedores que no le prestaron originalmente dinero a la Argentina. Se trata de fondos de inversión internacional que básicamente le compraron a gente que no podía esperar que nuestro país decida pagar. Entonces les adelantaron el dinero y se quedaron con esos bonos esperando cobrar el capital total”, declaró Ravier, en una entrevista concedida al Informativo de Canal 3.

“Esa gente (los buitres) no aceptó las propuestas y se entendía durante años que Argentina no podía abonarles porque si lo hacía iba a tener que entregarle mucho más dinero al 97 por ciento restante, que oportunamente había arreglado aceptando una quita importante”.

“Cuando el juez Thomas Griesa de Estados Unidos dictó la sentencia de que se debía pagar, se transformó en un problema internacional para Argentina que igualmente siguió sin pagar aferrada a la cláusula Rufo”.

Esta semana, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto que dispone el pago a los holdouts, una norma que incluye la derogación de las leyes Cerrojo y Pago Soberano y la emisión de deuda para enfrentar el pago.

-¿Qué implica el endeudamiento internacional?

-Para el presidente Mauricio Macri implica mejorar la calidad institucional, la relación con los organismos internaciones y terminar con el default que lleva 13 años. Ahí se abre un mar de dudas. Si van a pagarle a los holdouts para volver a poder acceder a créditos externos y esos créditos los van utilizar para mantener el déficit fiscal que hoy tiene el país, sin hacer ningún tipo de ajuste, estamos volviendo a los problemas originarios de la década del ’90.

– ¿Qué se puede esperar entonces?

–En el corto plazo la gente tiene que esperar que baje la inflación debido a que no se estará emitiendo moneda a cambio de deuda: ese es el punto positivo. A la vez, lo negativo es que si la idea es esa estamos en un serio problema porque en cuatro u ocho años, además de mantener el déficit fiscal, vas a tener una deuda externa duplicada. Eso, finalmente, explota de alguna manera en el futuro mediato.

-¿Qué se supone que hará el gobierno?

–En principio estamos en una situación difícil y la verdad es que hay varias estrategias. No es sencillo adivinar qué es lo que va a hacer una vez que arregle con los holdouts. La advertencia mía es que si vas a pagar a los holdouts para volver a endeudarte y volver a los ’90, con una deuda que finalmente explota, es un error. Pero si vas a pagar a los holdouts para volver al mundo y mejorar la calidad institucional es un acierto.

-La gestión kirchnerista no se endeudó. ¿Por qué Macri impulsa esa política entonces?

-Eso es un mito. La gestión anterior se endeudó con Anses, entre otros organismos. Y generó una deuda interna.

–No es lo mismo que endeudarse con organismos internacionales.

–Está claro. Si un mérito tuvo el gobierno kirchnerista es no haber acumulado una deuda externa fenomenal y, más bien, haber mantenido una deuda externa baja respecto del PBI en relación a lo que es hoy el mundo. Eso le permite a este gobierno resolver la ‘herencia’, de la que todos hablan, de una manera gradual.

 

Adrián Ravier es miembro del Consejo Académico de Federalismo y Libertad. 

Fuente: http://www.diariotextual.com/politicaa/item/32215-holdouts-la-mirada-de-un-economista-de-la-unlpam.html