Por Bernardo Congote

<<Trabajar se ha vuelto un lujo>>. <<Izquierda y Derecha = Impuestos>>. <<Detengan las requisas. La revolución popular puede estallar>>. Estas frases no se escuchan en las marchas campesinas bolivianas. Tampoco en las de los estudiantes colombianos. Son las consignas de los <<chalecos amarillos>> franceses, vomitadas mientras vuelcan automóviles e incendian lo que se les atraviese en los Campos Elíseos.

Pero en Washington tampoco escampa. <<Somos antiguos Senadores. El Senado ha sido bastión de la democracia y debe seguirlo siendo>>. Esta consigna es la de un manifiesto que 44 senadores, demócratas, republicanos e independientes, acaban de publicar como carta abierta en The Washington Post. <<Cuando servimos en el Senado, fuimos aliados y opositores, pero nunca enemigos>>, enfatizan.

Analizando la situación gringa Krugman, por una parte, se felicita. Afirma que, si bien son serias las amenazas contra la democracia en los Estados Unidos, el hecho de que Trump “sea un autoritario” les facilita las cosas a sus opositores. Pero, por otro lado, formula advertencias.

Al tiempo que Trump distrae con sus patanadas en la Casa Blanca, los Estados federales hacen agua. Considerados laboratorios de la democracia, <<están en riesgo de hacerse ejemplos dictatoriales modificando las reglas electorales, rompiendo las constituciones locales e inclusive constriñendo los derechos de los votantes para apoltronarse en el poder>>, como está ocurriendo en Wisconsin, Michigan o North Carolina.

¿Hay alguna explicación? Podría ser que las democracias, sobre todo las no escandinavas, estemos cosechando lo sembrado. Trastocada la posibilidad de ser gobernadas por los mejores, como lo sugería la idea griega, hemos caído en la trampa que ha facilitado que ahora gobiernen los peores. Y, por supuesto, estamos observando que el gobierno de los peores produce los peores resultados.

El sueño del <<gobierno del pueblo para el pueblo>>, presuntamente materializado en la Revolución Francesa, habría nacido muerto.  Apenas un tentador slogan, el poder popular habría degradado en tiranía de las mayorías movidas por el hambre para terminar víctimas de redes fascistas arropadas bajo los astutos intereses destructivos de la Doctrina Social de la Iglesia.

La política de los peores no puede construir algo. Destruye los partidos o los convierte en campos de batalla; juguetea con las leyes constituyentes o manipula los poderes estatales hacia negocios personalistas. Por ello, en buena hora nos está permitiendo aprender lo que puede hacer la ineptitud cuando se la elige para gobernar.

El panorama invita a prender alarmas. Krugman afirma que con las cosas siguiendo como vienen, Estados Unidos estaría apenas a una elección de ver destruido su sistema político. Ya no se necesitan golpes militares, precisa. Ahora se trata de apropiarse del poder tiránicamente empleando a favor de unos pocos, las mismas reglas que fueron diseñadas para el beneficio colectivo.

La democracia de los peores está haciendo agua. ¡Enhorabuena! Sólo que una vez nos tragamos sus venenos, cuesta mucho vomitarlos.

Para fortuna tenemos referentes. Los países escandinavos no cayeron hasta hoy en la trampa fascista popular. Y sus resultados son los mejores porque allí gobiernan los mejores.

Nietzscheana. >>…la revolución francesa es hija y continuadora del cristianismo… tiene el instinto contra las castas, contra los nobles…>> (Nietzsche, F. Voluntad de Poder, Aforismo 184).

Nietzscheana 2. <<Es monstruosa la apoteosis de colores con que se iluminan (ahora) las pequeñas virtudes: ¡como si fueran reflejos de cualidades divinas!>> (Ib. Aforismo 203).

Nietzscheana 3. <<El cristianismo […] crece entre los difamados y los condenados, entre los leprosos, entre los ‘pecadores’, los ‘publicanos’ y las prostitutas, entre el pueblo más ignorante (los pescadores); desprecia a los ricos, a los sabios, a los distinguidos, a los virtuosos, a los ‘correctos’…>> (Ib. Aforismo 207)

Bernardo Congote es profesor universitario colombiano, miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina)(www.federalismoylibertad.org) y autor de <La Iglesia (agazapada) en la violencia política> (www.amazon.com)