*Bernardo Congote

Las elecciones enseñan. Por un lado, que la política comienza, no termina con las elecciones. Por el otro, que quien gana no lo gana todo, ni lo pierden todo sus contrincantes.

La República no se puede construir subsidiando a dos millones de ñoquis (más los que vienen…). Ello seguirá siendo suicida. El Estado está para devolverles a los ciudadanos los impuestos pagados. Nunca para servir como agencia de empleo, cuando se disfraza de vagancia pagada por quienes trabajan.

A la República hay que financiarla pagando impuestos. Pero mientras los argentinos son de los que más impuestos pagan en Latinoamérica, han sido de los que menos beneficios reciben a cambio. Los contratos no se terminan. Inclusive, ni siquiera se inician. Pero todos se pagan. Los trenes se detienen. Los ríos están vacíos. Los aviones no vuelan…

Esta interminable lista de estafas desde lo público habría inducido a una depresión colectiva que, explicaría parte del voto castigo que acaba de sufrir Cambiemos. Inclusive sin importar que éstos les devolvieron buena parte de sus impuestos a los ciudadanos mediante centenares de obras públicas. Pero un depresivo no puede aceptar un salvavidas. Se hunde con todo y salvavidas.

Se dice que Macri perdió “por neoliberal”. Pero ¿qué tipo de neoliberal fue Macri? ¡Ninguno! No fue neoliberal el gradualismo en el ajuste. Tampoco lo fue mantener atascadas las exportaciones. Mucho menos, sostener los planes sociales. Tampoco lo fueron las desmedidas tasas de interés en pesos para detener al dólar. Y menos el cepo “light” con el que cerró el mandato. ¿Neoliberal Macri? ¡Por favor![i]

Para acabar de ajustar, al candidato Espert, se le acaba de votar con apenas el 1,5% también dizque porque era “sólo un economista”. Como si no fuera su falta de criterio económico lo que acaba de tumbar a Macri.

La República no fue derrotada por un diseño económico errado sino por una mezcla variopinta de improvisaciones mientras se le maquillaba al pueblo la verdad socioeconómica. Se dijo que fue “para ir de elección en elección”. Pues bien. La elección definitiva los ha derrotado.

Para modelar la República, no habría necesidad de irse contra los ñoquis. Bastaría con cierta dosis de neoliberalismo para generar nuevos empleos netos en el sector privado impulsando, a la vez, las exportaciones y poniendo a flotar los déficit interno y externo.

Habría bastado con que Macri desbaratara la mafia entre los empresarios y los sindicalistas coimeros operando en concierto para delinquir. La República no puede convivir con un sindicalismo que frena la creación de empleos. Las mal llamadas <paritarias> entre empresarios y oligarcas de overol sólo son un diseño mafioso parasitario.

¿Cómo llamar entonces a la presión sindical que induce a subir los precios rompiendo el bolsillo de los consumidores y los ahorros empresariales? ¿Cómo llamar sino parásita a una minoría que se ha hecho multimillonaria con las cuotas de sus afiliados? ¿Cómo llamar sino parásita a una minoría que convierte a los sindicatos en fuente de empleo exclusivo de sus familiares y amigos?

Y la República también necesita poner en su sitio a la Iglesia Católica. ¿En qué lugar quedaría una Iglesia Católica que sigue alimentándose de las miserias que deja el parasitismo sindical? En una República próspera, ¿dónde quedaría la monotemática de la pobreza que anda en boca de casi todos los argentinos liderados por el papa?

Buena parte de este dibujo republicano formó parte del programa de José Luis Espert[ii]. Y acaba de ser votado por un 1,5% de los ciudadanos. Es así como estamos probando que la distancia que le queda por recorrer a los argentinos hacia la República es, aproximadamente, de un 98,5%.

Siempre y cuando los pirómanos que acaban de llegar a apagar su propio incendio, dejen algún rastro de democracia y, al menos, abran otras oportunidades electorales[iii].

¿Se podrá sostener la democracia sobre las cenizas argentinas? ¿Se podrá sostener argentina sobre las cenizas democráticas?

* Miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina –www.federalismoylibertad.org), profesor universitario colombiano y autor de La Iglesia (agazapada) en la violencia política (www.amazon.com) y escritor del blog colombiano: www.elespectador.com/blogs/politica/bernardocongote

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[i] https://www.federalismoylibertad.org/el-abismo-m-o-el-abismo-k/ Agosto 2019

[ii] https://www.visionliberal.com.ar/nota/5821-el-espejo-de-espert-refleja-una-argentina-que-duele-mirar/ enero 11 2019

[iii] https://www.federalismoylibertad.org/elegir-piromanos-para-apagar-un-incendio/ octubre 2019