Roberto E. Tovar M.
Egresado ucevista. Politólogo Magna Cum Laude. Pedagogo musical.
La voluntad del venezolano de sobreponerse a la adversidad se ha visto reconocida internacionalmente a través de la labor de una de sus más representativas instituciones, la Universidad Central de Venezuela. Una vez más, “la casa que vence la sombra”, ha hecho gala de su excelencia académica, al ser reconocida como la mejor institución de estudios superiores del país, según el QS World University Rankings.
Allende las profundas contrariedades económicas, políticas y sociales, el valor de todos sus integrantes hace posible este resultado, por lo que hoy, la UCV sigue encarnando esa comunidad espiritual que inspira a todo un país a sobreponerse a las constantes vicisitudes de la vida diaria.
Esmerados e indobleglables, sus trabajadores y estudiantes nos recuerdan que la gesta ucevista se cimenta sobre el mayor recurso que cualquier organización puede tener, el elemento humano.
Este recinto universitario, en cuyo seno confluyen miles de historias, amalgama con respeto la esencia de la sociedad deseada. La sola consecución de cada jornada en aulas de clases, oficinas administrativas, áreas deportivas o cualquier otro espacio que llene de vida a su dinámica, devela el esfuerzo supremo de cada uno de sus integrantes por no fenecer ante las constantes problemáticas que la realidad del país le presenta.
Superando obstáculos políticos y financieros, y consciente del compromiso y la tradición que su longeva vida le implica, la primera casa de estudios del país ha estado presente en los más representativos momentos de la vida nacional. Es por esto que, sea cual fuere la etapa de la historia venezolana en la que se quiera profundizar, siempre se encontrará que los egresados de la UCV han dejado una huella indeleble en el devenir del país.
Patrimonio Cultural de la Humanidad como fue declarada en el año 2000, la Ciudad Universitaria materializa el epicentro de la vida académica capitalina, cuya impronta se extiende a cada una de las sedes presentes en el país.
Actualmente, cuando la República reclama con mayor urgencia la moral y las luces de la ciudadanía, la mística y el denodado afán de toda la comunidad universitaria mantiene incólume el compromiso de “la casa que vence la sombra” con el porvenir republicano.
El campus universitario es el reflejo resplandeciente del alma de una nación que día a día decide no sucumbir ante la penuria y que lucha por hacer del entendimiento, el mérito y la superación, un presente perpetuo que garantice un porvenir de excelencia.
La Universidad Central de Venezuela es el espacio por antonomasia para el encuentro académico, cultural y deportivo dentro de país. En sus espacios, las diversas manifestaciones del pensamiento encuentran una oportunidad para interpelar la realidad y trazar un camino distinto. La sola ilusión de ingresar a cualquiera de sus facultades sigue alimentando al motor que moviliza a toda una población. El orgullo que produce el egresar de la misma es un símbolo de la estirpe de superación del venezolano.
Sobreponiéndose a la deleznable condición salarial que les apremia, la entrega abnegada del cuerpo de profesores, inspira día a día a miles de estudiantes a dar continuidad a una tradición de esmero que se extiende de generación en generación.
Semestre a semestre, año a año, la vida académica se presenta llena de nuevos desafíos. Sin embargo, desde la misma culminación del primer periodo lectivo, hasta la consagración de cada carrera, el acervo universitario hace entender que, como bien reza el viejo adagio “solo un ucevista entiende que llegar lejos no es estar sobre las nubes sino debajo de ellas”.
La magia de un reloj frente al cual se detiene el tiempo y la mística que se respira luego de recibir bajo las Nubes de Calder un título que representa el esfuerzo de familiares, amigos, profesores, personal administrativo y obrero, revitalizan semestralmente la llama de esta comunidad de azules boinas que, para el orgullo de los venezolanos, día a día sigue venciendo la sombra.
Este nuevo ranking así lo certifica.