*Bernardo Congote

“Hasta aquel día, los ataques violentos contra símbolos poderosos de Estados Unidos generalmente se consideraban una amenaza que emanaba de más allá de las fronteras del país, como los ataques del 11 de septiembre”.[i]

Probablemente después de la Guerra Civil, Estados Unidos (EU) no se habría enfrentado al uso de la violencia como herramienta política. Pues así se pusieron las cosas el 6 de enero de 2021.

Comenzando el siglo XXI, Estados Unidos se estaría acercando a la forma tradicional de hacer política en los llamados “países bananeros” vigente desde el siglo XIX.

En estos como ahora en EU, es común escuchar que el imperio de la violencia sobre las organizaciones civiles vendría del hastío por el supuesto fracaso del sistema democrático.

Para alama colectiva, “Los alborotadores lo llevaron demasiado lejos, pero sus frustraciones con los partidos y con Washington (también parecen) reconocibles para algunos demócratas…”.[ii]

Los hechos son indiscutibles, pero su explicación podría ser falsa. En los países bananeros la violencia política se explicaría sólo por las dificultades impuestas por el sistema colonial español (autoritario-católico). (Por lo tanto no habría sido un fracaso democrático!).

Y en EU, por las grietas de azotarían una constitución que, considerada «sagrada», estaría mostrando que la libertad de los esclavos se volvió un espejismo y que también la «defensa de los derechos civiles» sería una farsa. (Por lo tanto, no habría sido un fracaso democrático sino de la antidemocracia).

De hecho, puede ser que los padres fundadores gringos apuntaron hacia la defensa de los «derechos civiles» no por ellos mismos, sino para evitar que el acceso a esos derechos se viera afectado por sus profundos odios raciales. (¡Y 230 años después no han podido lograrlo!)

También convendría decir de una vez, que en EU el propósito de Lincoln no habría sido abolir la esclavitud (como lo piensa el común) sino concentrar el manejo de los impuestos aduaneros en manos del Presidente, lo que lo hizo estrellar con el problema de la esclavitud.[iii] (¡Esto no sería tampoco un “fracaso democrático” sino el develamiento de una gran mentira!)

Por lo tanto convendría tener en cuenta que, probablemente, “… las raíces de la crisis se encuentran profundamente arraigadas en los rasgos antidemocráticos de nuestro sistema constitucional”.[iv]

También en Estados Unidos los Derechos Humanos sólo habrían sido concebidos como la protección del ciudadano contra la violencia del Estado. (Lo que indujo a que se convirtiera en “constitucional “ que cada ciudadano se mantenga armado para termina en una desgarradora violencia civil).[v]

Y se hace tarde también para desnudar la fragilidad del sistema electoral estadounidense. No solo porque las proporcionalidades del voto por Estado le cierran la puerta a una democracia electoral directa, sino por la tendencia a retrasar con leguleyadas las certificaciones de resultados electorales del Congreso.

Por lo anterior, lo único que hizo Trump desde las elecciones de noviembre 2020 fue aplicar herramientas antidemocráticas ya existentes (que hicieron erupción en el sangriento 6 de enero de 2021. [vi]

Problema que también convendría explicarlo en el surgimiento de un violento nacionalismo cristiano, apelando a convertir las iglesias en territorios de batalla, tanto como lo ha hecho la iglesia católica en Colombia durante todas nuestras violencias.

Sin sonrojarse, los sectarios cristianos claman a voz en cuello que en EU “La iglesia no es un barco para hacer cruceros sino un campo de batalla [vii]/[viii]

Para terminar de agravar el panorama, en EU “… Un partido no tiene que persuadir a las mayorías de que tiene la mejor visión para el país. Solo tiene que persuadir a una minoría selectiva de que el otro lado es una amenaza mortal… Un sistema antidemocrático ha engendrado un partido antidemocrático. El remedio es democratizar nuestra llamada democracia”[ix]

Puede ser que en EU tanto como en América Latina, un sistema seudodemocrático que tiende a favorecer intereses particulares, sea el que le ha abierto la puerta a diversas formas de violencia política.

De modo que los disturbios violentos de Chile y Colombia de los últimos 2011, 2019 y 2021 o de los EE. UU. el 6 de enero 2021, no se opondrían a estructuras democráticas reales sino a nuestros sistemas internos secularmente antidemocráticos.

Entonces, ¿cuál debería ser la solución? ¿Atacar los disturbios violentos por sí mismos o reformar nuestras estructuras seudodemocráticas?

¿Contraatacar las utopías fascistas de Trump, Boric, Maduro o Uribe o remover nuestras viejas estructuras políticas ligadas a perversas tradiciones autoritarias?

CongóticaWhere is Peng Shuai?

Congótica 2. Conviene seguir la sugerencia del maestro Escalona buscando al ladrón de la custodia de Badillo: “hay que empezá del cura pa´bajo a requisá”.

[i] https://www.nytimes.com/2022/01/05/opinion/jan-6-domestic-extremism.html?action=click&module=RelatedLinks&pgtype=Article   Consulta de enero 5 2022.

[ii] https://www.nytimes.com/2022/01/05/opinion/jan-6-domestic-extremism.html?action=click&module=RelatedLinks&pgtype=Article    Consulta de enero 5 2022.

[iii] Meyssan, T. «No hay valores comunes entre Europa y Estados Unidos» https://www.voltairenet.org/article215033.html     Consulta de enero 9 2022.

[iv] Britton-Purdy´s https://www.nytimes.com/2022/01/03/opinion/us-democracy-constitution.html     Enero 3 2022.

[v] Por el contrario en Europa, Francia especialmente, los derechos humanos han sido concebidos como el camino para elevar al individuo a actuar como un agente fundamental de la vida política.(Meyssan Cit.).

[vi] «… el Colegio Electoral divide las elecciones presidenciales en contiendas separadas en cada uno de los 50 estados y el Distrito de Columbia y sesga los totales hacia los estados pequeños». Britton-Purdy, Cit.

[vii] https://www.nytimes.com/2022/01/06/opinion/jan-6-christian-nationalism.html    Jan 6th, 2022.

[viii] El elevado recientemente a los altares en Colombia “Beato Ezequiel Moreno”, fue abanderado de la conversión de los púlpitos en campos de batalla promoviendo la consigna del asesinato de los liberales “porque el liberalismo es pecado”. Congote, B. (2011). La Iglesia (agazapada) en la violencia política. (www.amazon.com) páginas 279 y siguientes.

[ix] Britton-Purdy, Cit.