La salud es un servicio esencial para la población y es por esto que el gasto público influye en las condiciones de vida. Para medir el impacto de este gasto se puede considerar como variable a la tasa de mortalidad infantil (TMI) que es un buen indicador del nivel de la salud pública. Tucumán está entre las tres provincias con mayor tasa de mortalidad infantil. Para 2018, último dato disponible, la provincia ostentaba una tasa del 11,2 ‰, solo superado por Formosa (11,3‰) y Corrientes (12,8‰). Por otra parte, se conoce que las provincias argentinas destinan casi un 14% del total de gastos presupuestados a la salud.

En el caso del NOA, el porcentaje sube al 14,5% y Tucumán se encuentra por encima de estos dos valores con un 15,4%. Sin embargo, los recursos presupuestarios asignados son similares al promedio de las demás jurisdicciones. El nivel de gasto de Tucumán es ineficiente, ya que otras provincias con el mismo o menor nivel de gasto per cápita tienen TMI menores. Un peso mal gastado en salud podría ser bien gastado en educación, generando un mayor bienestar a la población. Es estos meses se comenzará con el presupuesto de la provincia.

El presupuesto debe financiar un plan de gobierno con objetivos medibles que muestren claramente cómo los recursos, que los ciudadanos pagan con su esfuerzo a través de los impuestos, vuelven en mejoras para la población. Fueron de público conocimiento los reclamos por insumos básicos en marzo 2020 en el marco de la emergencia sanitaria generado por el covid-19. Si Tucumán tiene un presupuesto superior a la media del país se espera que estas situaciones no se presenten.

Una deuda que tiene la clase dirigente con los ciudadanos es la de informar continuamente sobre la labor del Estado y la forma en que se utilizan los recursos públicos. La Fundación Federalismo y Libertad acerca una investigación sobre el gasto público en Tucumán y la comparación de su accionar con el resto del país, en base a modelos internacionales de medición de gastos. A través del Observatorio de gasto público de la fundación y bajo la dirección de Gustavo Walberg, los autores de esta publicación Clemente Babot y Nahuel Ríos sostienen que la transparencia en la gestión pública es un valor fundamental para la democracia.

En esta ocasión, el objetivo del Observatorio es el análisis del presupuesto de Tucumán y su ejecución sobre la cartera de Salud en 2020. Se realizan comparaciones con otras provincias con el fin de ofrecer información y análisis para futuras políticas públicas, sobre el origen de los fondos, el caso argentino, las cifras de las provincias de Argentina y la estructura del presupuesto. Un gran desafío para las administraciones gubernamentales es el de consolidar políticas de Estado que superen las coyunturas.

 La asociación entre objetivos, metas, actividades y recursos presupuestarios es un insumo central al momento de asignar y reasignar los fondos públicos hacia las iniciativas que alcancen el desempeño esperado. Asi mismo es fundamental tener presente que el gasto agregado del Estado debe ser asignado a programas que maximicen el bienestar social. Además, sobre la formulación de las políticas públicas remarcan que debe ser coherente con las necesidades de la población. Los recursos disponibles por la Provincia deben ser asignados en forma eficiente para el desarrollo económico, social e institucional de Tucumán.


 

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