Por Enrique J. Martinez *

La frenada en el crecimiento de China arrastró a la baja el precio de los commodities con fuerte impacto en Latinoamérica y otras regiones productoras, es oportuno recordar la sujetada en los tigres asiáticos, que no les impidió a Corea, Japón e incluso China luego seguir registrando ciento de miles de patentes y marcas por año en los sistemas de propiedad intelectual, algo tan o más valioso que las reservas en los Bancos Centrales.

China y su sistema financiero aun deberá digerir los malos activos registrados como buenos en sus bancos y en general los mercados vienen desde 2008 intervenidos con la liquidez financiera inyectada -para inundarlos de moneda- en busca de la reactivación económica, que ahora se refleja bastante mediocre. Lo peor para nuestra región es que el “dinero caliente” salió rápido y las finanzas globales no operan ni asignan de modo eficiente sin restricción en la cantidad y la calidad del crédito.

Las finanzas son una industria como otras y el dinero es un bien con su precio y valor como otros productos, el monopolio estatal de la emisión ha permitido -desde siempre- que los gobiernos no tengan necesidad de contener sus gastos dentro del límite de sus ingresos, solo la competencia de monedas privadas –como sostuvo la Escuela Austríaca de Economía- limitaría las emisiones y mantendría su valor.

De lo que viene: las industrias tradicionales ya prestan sus servicios on-line, uno de los casos es la telemedicina que ofrece atención médica de un lugar a otro a través de la comunicación electrónica, como señala el formidable documento de Simon Lester publicado recientemente por Cato Institute, así se está promoviendo ahora el comercio de los servicios médicos en el mundo.

Hasta fin de 2014 los buenos pronósticos estimaban que las mayores oportunidades para acelerar el crecimiento de la productividad se encontraba en los mercados emergentes (agricultura, procesamiento de alimentos, salud, automotriz y comercio minorista) en este último por el aumento de la proporción de los formatos más productivos, la reducción de la brecha entre los puntos de venta más y menos efectivos y la mejora de la productividad. Incluso en la cultura y el espectáculo, los mejores artistas e intérpretes acceden al uso de nuevas tecnologías y procesos.

El dato real, los emergentes muestran el freno, el vecino Brasil luego de la fiesta del mundial desnudó sus problemas estructurales el fracaso del Mercosur no es un tema menor- en febrero el déficit comercial alcanzó US$ 2.800 millones –el peor desde 1980- en 2014 fue de US$ 4.000 millones y en lo que va de 2015 el déficit ya toca U$S 6.000 millones, el achique del crecimiento de China redujo las compras de materias primas brasileras. En un motor que se ahoga según Wall Street Journal.

El Contexto Argentino

En la Argentina durante 2014 cedió la venta de productos de la canasta básica -cayó el ingreso por la inflación y subió la presión fiscal- en el primer bimestre se desplomó el comercio exterior por la caída de las exportaciones e importaciones y el saldo comercial– única entrada de divisas- se contrajo.

Los toros y optimistas pronostican que se llega al cambio de gobierno sin mayores sobresaltos y los osos y bajistas asumen un BCRA quebrado y campo minado pronto. A partir de diciembre: si las medidas serán graduales o de shock es la incógnita, con variables al borde del desastre económico, es un desafío: volver al ahorro y el crédito en condiciones normales que aseguren la inversión y detengan efectivamente la inflación. Anhelo que se libere los intercambios: para atraer capital y generar trabajo.

La última experiencia local fue -luego de 2001- dejar a los agentes económicos que ajusten las variables: el tan necesario orden espontáneo vs. modelar la sociedad futura -como pretendió el kirchnerismo- para tener cautivo al votante. Lo que también será la gran oportunidad de cambio para que el pueblo argentino prescinda del estatismo y retorne a los derechos individuales y garantías que hicieron grande a la Argentina.

También es cierto que luego del 2001, hubo una fenomenal transferencia de los ahorristas a los endeudados, ahora estamos a semanas de terminar con los tecnócratas y la pasividad de los dirigentes, para volver a armar y cerrar nuevos acuerdos de cultura, comercio y amistad y recrear actividades con aquellas naciones que quieran hacerlo y antes supieron complementarnos para lograr un lugar en lo global.

Mientras se recorre 2015, los argentinos somos conscientes del tamaño y potencial de algunos sectores locales, pero también de la permisividad, complacencia y complicidad con los malos dirigentes y el sistema político y la forma de vida.

Los grandes árbitros del año siguen siendo: el voto independiente, moderado y que pretende un cambio, pero también el poder de una presidenta mediocre con capacidad de gestión para usar –como nadie antes- un sistema prebendario y clientelista, con sus graves consecuencias: porque organizó la pobreza del propio pueblo.

Para hacer un país moderno se requiere de ciudadanos libres con reglas de orden y convivencia para volver a ser una sociedad abierta a: las ideas, los principios y las costumbres de los mejores.

Lo global viene diverso e inestable y la región ya lo siente, no debemos desaprovechar la ocasión de recuperar lo perdido con un cambio crucial para decidir el destino argentino y salir de la aislación y el fracaso.- Feliz Pascua

 

 

* Miembro del Consejo de Administración de Federalismo y Libertad