Con los resultados de la P.A.S.O. el actual presidente de la nación, Mauricio Macri quedo 15.02 puntos por debajo de ex jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Alberto Fernández. La situación con la apertura de los mercados no mejoró.

Por la mañana del lunes y con los resultados definitivos se despertó el pánico en los mercados, el dólar aumento en un 34% y las acciones se derrumbaron un 12% según los principales diarios financieros.

La principal pregunta radica en ¿Cuál es el panorama para octubre? ¿Es posible dar vuelta este resultado? El frente JUNTOS POR EL CAMBIO se impuso solo en Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, en el primero por 17,7% y en el segundo por 11.7% por arriba de FRENTE DE TODOS. Con lo cual la formula Macri – Pichetto perdió en 22 de las 24 provincias. Para dar vuelta este resultado se tiene que dar una situación prácticamente imposible. La misma consiste en la unión de todas las fuerzas en un apoyo al frente oficialista. Se debe tener en cuenta que hablamos de un 13,02%, lo cual incluyen 2.007.311 votantes de Roberto Lavagna, 642.662 de Juan José Gómez Centurión y 533.100 de José Luis Espert. Además, se pueden sumar los votos en blancos, que representan un 3.07% del padrón, los cuales suman un 759.435 habitantes. Obteniendo así 16.09%.

Si este panorama se presenta, el cual es muy improbable, se tendría una diferencia de votantes a favor del FRENTE DE TODOS de 600.000. Es decir, sería necesario que el ex jefe de gabinete de ministros kirchnerista bajara su porcentaje de votos. Con este panorama algunos analistas sostienen que el presidente debería preparar su transición y esperar los resultados de octubre y entregar el poder de la formas más ordenada posible. Sin embargo otros analistas y el mismo Roberto Lavagna sostienen que casa rosada debe dar una señal para recuperar la confianza de los mercados.

Lejos de los análisis que se realizaron a lo largo de la mañana, lo habitantes de la nación Argentina mostraron el descontento ante los problemas económicos y sociales que no pudieron resolver, se puede ver como cambiemos intento captar un voto del electorado peronista duro, traicionando a su propia base electoral.

Después de una década de corrupción en manos del matrimonio Kirchner la impunidad sigue vigente. No se realizaron reformas de fondo y la presión impositiva sigue por las nubes. No se puede negar lo avances que se tuvo en esta gestión en términos de institucionalidad, respecto a relaciones internacionales, la salida del cepo y del default, cuidado de las libertades individuales y derechos de propiedad, pero ni siquiera lo pudieron comunicar. El hecho de que se esté votando nuevamente una formula peronista es una responsabilidad total del gobierno. Sin embargo la reacción de hoy requiere que el candidato más votado exponga quien será el candidato para hacerse cargo en economía, esperando que las palabras del mismo tengan credibilidad.

 

Por Nahuel Ríos, Coordinador del Área de Políticas Públicas de FyL