Fue columnista de las reconocidas revistas culturales argentinas, Sur (de Victoria Ocampo) y Contorno (de David Viñas); además es colaborador habitual de los diarios La Nación, Perfil y la revista Ñ.
Durante la última dictadura militar argentina, como «resistente», formó grupos de estudio, colaborando en generar lo que se llamó la Universidad de las Sombras.
Desde 1991 ha publicado estudios sobre el irracionalismo (el olvido de la razón). Lo ha hecho desde la perspectiva de las ideas políticas y sociales en El asedio de la modernidad y desde la estética y la sociología del arte en Las aventuras de la vanguardia. Vuelve a hacerlo en su obra El olvido de la razón, un recorrido crítico por la filosofía contemporánea.
Formó parte del primer grupo de existencialistas en Argentina junto con el filósofo y novelista Carlos Correas (1931-2000) y el psicoanalista Oscar Masotta (1930-1979).
Fue el introductor en el país del filósofo ruso Alexandre Kojève (1902-1968) y del filósofo vietnamita Tran Duc Thao (1917-1993). Tradujo a la filósofa y novelista Simone de Beauvoir (1908-1986) y al filósofo marxista Georg Lukács (1885-1971).
Fundó el FLH (Frente de Liberación Homosexual) junto con el novelista Manuel Puig (1932-1990), el escritor Blas Matamoro (1942–) y el poeta y escritor Néstor Perlongher (1949-1992). En 1973, el FLH adhirió a la candidatura presidencial del trotskista Nahuel Moreno (1924–1987).
David Viñas (1927-2011) ha dicho que Sebreli es el escritor en el que cristaliza el proyecto primitivo del ideario de la revista Contorno.
La mayoría de sus ensayos refieren a cuestiones argentinas, ya sea históricas como socioculturales.
Históricamente se opone al fútbol como negocio-espectáculo y la alienación que se genera en torno a ese deporte; ha hecho una crítica visión de la sociedad de Buenos Aires en su clásico Buenos Aires: vida cotidiana y alienación.
En su obra Comediantes y mártires, ganadora del Premio Iberoamericano Debate-Casa de América 2009, ha analizado el papel del mito en la sociedad argentina, analizando cuatro personajes emblemáticos como Carlos Gardel, Eva Perón, el Che Guevara y Diego Maradona, con razones bien expuestas, abriendo un amplio y enriquecedor debate sobre cuatro íconos de la Argentina contemporánea.