El pasado 27 de junio, la Fundación Federalismo y Libertad organizó una disertación a cargo del economista Gustavo Wallberg, en conmemoración del 50° aniversario del denominado Rodrigazo, un episodio crucial para entender los desafíos estructurales de la economía argentina.

Durante el encuentro, Wallberg presentó un recorrido histórico por el contexto económico y político de mediados de los años 70, marcado por un intento de concertación social bajo el modelo del «fifty-fifty», control de precios y una fuerte intervención estatal en áreas clave. Este enfoque tuvo como protagonistas al ministro José Ber Gelbard y al pacto social impulsado por el gobierno de Juan Domingo Perón e Isabel Martínez de Perón.

El foco principal estuvo puesto en las medidas adoptadas por Celestino Rodrigo, ministro de Economía que, en junio de 1975, ejecutó un ajuste de magnitudes históricas con subas de hasta el 160% en el tipo de cambio comercial, aumentos generalizados en tarifas públicas, y una liberalización parcial de precios. Esta serie de medidas —conocidas como “el Rodrigazo”— buscaban recomponer los precios relativos y disminuir la absorción interna, en un intento por corregir los desequilibrios provocados por políticas expansivas previas.

La exposición se nutrió de fuentes como el análisis de Juan Carlos De Pablo y los trabajos comparativos de Emilio Ocampo, que permitieron enmarcar el Rodrigazo dentro de una genealogía de diez planes de estabilización argentinos entre 1952 y 2015. El abordaje permitió observar no sólo los resultados macroeconómicos inmediatos (inflación, salario real, balanza comercial), sino también las diferencias estructurales entre planes ortodoxos, heterodoxos e híbridos.

Según los datos presentados, solo cinco de los diez planes analizados lograron reducir la inflación a menos del 15% anual sostenidamente a los 24 meses. Entre ellos, se destacaron los implementados por Gómez Morales (1952), Alsogaray (1959), Krieger Vasena (1967), Cavallo (1991) y Lavagna (2002), cada uno con particularidades en cuanto a liderazgo institucional, contexto político y combinación de herramientas.

El evento también abordó las salvedades que complican la comparación directa entre planes, como la inflación reprimida o la distorsión de precios relativos generada por los controles. Además, se mostraron datos comparativos sobre la evolución del gasto público, el déficit fiscal, la oferta monetaria, la variación del salario real, el tipo de cambio real y la distribución del ingreso según el tipo de plan aplicado.

Una de las secciones más valoradas por el público fue el análisis sobre la efectividad relativa de los enfoques ortodoxos vs. heterodoxos. Los primeros, en general, se mostraron más eficaces en reducir la inflación y promover un crecimiento sostenido del PBI y de los salarios reales. En cambio, los planes heterodoxos tendieron a fracasar en sus objetivos de estabilización, aun cuando apelaban a acuerdos sociales o congelamientos de precios.

La actividad se enmarca en el esfuerzo constante de la Fundación por generar espacios de análisis económico riguroso, promoviendo el debate informado sobre los desafíos que enfrenta la Argentina en materia de política fiscal, monetaria y estabilidad macroeconómica.