El jueves 1 de julio se llevó a cabo una nueva emisión de “Balsa Virtual”, programa del Centro Latinoamericano de Federalismo y Libertad, donde se dialoga con artistas exiliados de su país de origen debido a la represión de regímenes autoritarios. En este episodio, el escritor Orlando Luis Pardo Lazo, dialogó con el productor y periodista cubano, Armando López.
Pardo Lazo presentó a Frank Zimmerman, director del Centro Latinoamericano de Federalismo y Libertad, quien destacó la presencia en “Balsa Virtual” de una figura tan importante de la contracultura cubana, como Armando López. “Todo ha sido una gran casualidad”, comentó López luego de ser presentado, ya que entiende que su vida se llenó de sorpresas y eventos que no esperaba. Su pasión por el periodismo comenzó desde niño, jugando a tener programas de radio: así comenzaría su camino para ser periodista, solamente con juegos infantiles. Por otra parte, Armando recorrió la historia de la televisión cubana, la cual fue revolucionaria, de vanguardia, con espacios de creación donde se exportaban guiones y técnicos, aunque esto fue previo a la dictadura de los Castro. La represión castrista llevó al exilio a miles de artistas. Se reprodujo la canción “Y en eso llegó Fidel”, de Carlos Puebla, para ilustrar estos sucesos.
Armando López comentó la severa represión que se produjo a partir de la dictadura de Fidel Castro. Las noches de La Habana se caracterizaron por la persecución a homosexuales, o simplemente a personas que el régimen consideraba que no eran necesarias para la supuesta revolución que se estaba llevando a cabo. Todas estas situaciones no impidieron que Armando haya ingresado en los medios, en donde tuvo que ser clandestino, ya que era muy difícil actuar con libertad bajo un régimen dictatorial. Ya en los medios, López pudo desarrollar la revista Opina,y distintos programas de televisión donde hubo una gran variedad de artistas que marcaron una época en Cuba, como Farah María.
La revista Opina fue un capítulo importante en la vida de Armando López y de Cuba, un espacio donde López pudo ser director de la sección cultural, diseñaba guiones, podía hacer la sección de chistes, inclusive. Después de cuatro o cinco años, la publicación sufrió la censura del régimen, hasta llegaron a romperse ejemplares: la libertad de expresión no pudo tener mucha vida en la dictadura. En 1990 la revista dejaría de existir. Armando pudo ir a México para comercializar la música cubana, hasta quepudo llegar a los Estados Unidos donde pudo tener asilo político, en 1992. Este exilio se le hizo desconocido, ya que no escribía en inglés, y ya con cincuenta años cumplidos, pero consiguió empleo en la revista Full Color Magazine y llegó a Broadway con sus producciones teatrales. Ya en Nueva York se dedicó al periodismo y a dar conferencias. Allí pudo entablar relación con figuras como Celia Cruz o Bebo Valdés, reconocidos internacionalmente.
Finalmente, Armando López reconoció que sueña con una Cuba reconstruida, con un régimen que pueda abrirse, escuchar a otras voces, y sin sembrar odio. “Las potencias internacionales tienen que ponerse de acuerdo con lo que va a pasar en Cuba”, destacó López. De esta manera, culminó una nueva emisión de “Balsa Virtual”, un espacio donde artistas, desde su exilio, pueden escucharse y comunicar su obra.
En este capítulo de “Balsa Virtual”, recorreremos la apasionante vida de Armando López.
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Armando López
