Por Agustín Alejandro Shehadi Candela – Coordinador del área de Políticas Públicas de la Fundación Federalismo y Libertad.

Desde la candidatura del actual presidente de República Argentina Mauricio Macri, mucho se viene hablando acerca de un muy temido ajuste económico que presuntamente involucraría aumento desmedido de precios, disparo de la inflación, niveles descomunales de desempleo y baja en la actividad económica entre otros. Tanta fue la polémica acerca del tema, que la pregunta que se puso sobre la mesa tras la victoria de Cambiemos pasó a ser si se iba a optar por un ajuste gradual o uno del tipo rápido e indoloro (más conocido como shock).

El objetivo del presente artículo será el de discutir un caso muy similar al que hoy acecha a la Argentina, que es el famoso caso australiano del siglo XX; en el cual hubo sabores muy similares a los que actualmente nos enfrentamos, en cooperación de políticas del tipo liberal que impulsaron a un sostenido crecimiento económico, una fuerte baja en la inflación y caída del desempleo entre otros.

La década del 80 para Australia fue una época marcada de un cambio en su política económica que conllevó un impacto más que positivo en variables reales que afectan al bienestar de sus habitantes. Para empezar, en 1980 Australia comenzó un proceso de apertura al comercio exterior que implicaba baja de aranceles e integración al comercio con el continente asiático (principalmente China y Japón). Tanto importaciones como exportaciones mejoraron abruptamente, en conjunto con la entrada de nuevas tecnologías que favorecerían tanto a la producción como al empleo del país.  Tanto la tasa de desempleo como el PBI real comenzaron a sentir mejoras que terminarían por consolidarse una década más tarde.

Así también, durante el periodo 1983-1991, Australia fue testigo de un cambio de color político en su parlamento que trajo consigo el inicio de una sucesión de políticas orientadas con las ideas de mercados menos regulados, lo que significó un manejo más responsable de su política fiscal, en conjunto a una baja de la tasa de desempleo y un latente disparo del PBI real.

 

El último de los grandes hitos que transcurrió el país australiano fue la independización de su Banco Central. En 1991, el autor de la política monetaria de dicho país, el Banco Central, anunciaba su independización del accionar de la autoridad fiscal; lo que significó para Australia una política de regla en el manejo de la emisión monetaria, lo que a su vez se tradujo en una notoria y sostenida baja de la tasa de inflación del país.

En conclusión, he trabajado brevemente en la descripción de lo que fue un proceso de ajuste gradual en un país con similares características a las que se enfrenta la Argentina en nuestros días, con el fin de postular aquellos factores que comandaron el crecimiento económico sostenido del tan nombrado país australiano. Responsabilidad fiscal, reforma de comercio exterior y reforma de política monetaria son solo algunos de los factores (a mi criterio los más importantes), que significaron para Australia llegar a ser un país que ya lleva 25 años sin recesión. Claramente el lector ya habrá notado que todo este proceso antes mencionado no fue ni más ni menos que un camino que duró 11 años; lo que nos lleva a replantear a nosotros los argentinos si es que en la mitad de un mandato presidencial podemos esperar, bajo un régimen gradualista, cambios muy marcados en nuestro desempeño económico. A mi criterio, por algún lado hay que come

 

Nota metodológica: para la recolección de los datos mencionados en el texto se acudió a las siguientes fuentes – Base de datos del Banco Mundial (World Bank Data), y base de datos de la OECD.